Evo cordero y lobo
Cuando Evo Morales visitó España hace unas semanas, con su aparente humildad propia de un miembro destacado de un pueblo indígena, muchos empresarios todopoderosos corrieron a su encuentro para lanzarle unas palmaditas en la espalda y un "que bien te sienta tu jersey de rayas".
Esa humildad esconde una revancha a la explotación que grandes multinacionales han hecho de los recursos naturales de Bolivia. Si en nuestro país anunció, para alivio de todos, que las empresas españolas son las buenas y sobre ellas no vendría el hombre del mazo, cuando regresó y fue investido presidente (sin corbata como buen indígena, pero así empezó Felipe González y acabó con trajes de 1000 euros) siguió con su pensamiento único de recuperar lo que a Bolivia pertenece.
Y ahora, Bambi se convirtió en Kin Kong y hará tambalear las grandes petroleras como Repsol YPF que dependen en gran medida de los recursos de la zona. La empresa como represalia dejará de invertir en el país los 400 millones de euros que tenía previsto.
El Gobierno boliviano ha lanzado un órdago a las petroleras con una nueva ley de hidrocarburos que nacionalizará la explotación gasística y petrolera. Ello obliga a negociar nuevos contratos con las empresas explotadoras actuales de la matería prima y a restringir en gran medida sus beneficios y accesos.
Fruto de ello, acompañado de otra estragía en el mismo sentido de venezuela, hace que Repsol-YPF baje sus reservas de gas un 25%. El desplome en la bolsa no se ha hecho esperar y ha llegado al 9%, un record histórico.
Parece que hay que tomar nota del poder de los paises olvidados, pequeños pero matones, que es necesario mirar por encima de nuestro ombligo y por mucho jersey que vista el vecino, temer sus goteras porque pueden inundarnos.
Esa humildad esconde una revancha a la explotación que grandes multinacionales han hecho de los recursos naturales de Bolivia. Si en nuestro país anunció, para alivio de todos, que las empresas españolas son las buenas y sobre ellas no vendría el hombre del mazo, cuando regresó y fue investido presidente (sin corbata como buen indígena, pero así empezó Felipe González y acabó con trajes de 1000 euros) siguió con su pensamiento único de recuperar lo que a Bolivia pertenece.
Y ahora, Bambi se convirtió en Kin Kong y hará tambalear las grandes petroleras como Repsol YPF que dependen en gran medida de los recursos de la zona. La empresa como represalia dejará de invertir en el país los 400 millones de euros que tenía previsto.
El Gobierno boliviano ha lanzado un órdago a las petroleras con una nueva ley de hidrocarburos que nacionalizará la explotación gasística y petrolera. Ello obliga a negociar nuevos contratos con las empresas explotadoras actuales de la matería prima y a restringir en gran medida sus beneficios y accesos.
Fruto de ello, acompañado de otra estragía en el mismo sentido de venezuela, hace que Repsol-YPF baje sus reservas de gas un 25%. El desplome en la bolsa no se ha hecho esperar y ha llegado al 9%, un record histórico.
Parece que hay que tomar nota del poder de los paises olvidados, pequeños pero matones, que es necesario mirar por encima de nuestro ombligo y por mucho jersey que vista el vecino, temer sus goteras porque pueden inundarnos.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home