Saturday, March 11, 2006

Drogas, alcohol y pura tonteria

La gendarmería francesa ha arrestado a Christophe Fauviau, de 43 años y padre de dos jóvenes promesas del tenis francés, bajo la acusación de suministrar algún tipo de drogas a los rivales de sus hijos, llegando a causar la muerte a uno de ellos. Fauviau es acusado de suministrar antidepresivos a los rivales de sus hijos, sustancias que producían un fuerte somnolencia en los tenistas. Las sospechas surgieron después de que un joven profesor de 25 años sufriera un accidente de tráfico, aparentemente causado por el sueño.

El padre de las criaturas dormía a los rivales para que sus hijos ganaran los partidos. Sobre el papel, el plan es perfecto, si todos los rivales están atontados, podían ser campeones munduales.

Pero la dificultad viene por el cansancio: el padre iba a tener que drogar toda su vida a los rivales. Que si a los campeones de su pueblo, de su región, de su país, y luego el circuito profesional: que si meter sustancias a Nalbandian, a Roddick, a Nadal, hasta llegar a Federer.

El papi protector admitió que drogaba a los chicos porque no podía soportar la idea de que sus hijos pudieran perder. Lo que no me queda muy claro es para qué también drogaba a los profesores... ¿para que no se dieran cuenta de lo malos que eran sus hijos incluso jugandos solos?.

Bonito ejemplo, conseguir las cosas con las drogas, en los rivales o en carne propia. Pero qué vamos a esperar, si iconos de muchas generaciones infantiles como Popeye o Asterix necesitaban drogarse para ser algo en la vida.

Y no hablemos de la guerra del botellón del próximo 17 de marzo, sí, si, ese reto de todas las cidades botelleras por ser las mejores. ¿A quién se le ocurrirán semejantes bobadas?. No se me entienda mal, que no estoy en contra de los botellones, aunque si de los que molestan a los vecinos que no tienen culpa alguna. Lo que si me molesta es que ya sea una guerra provocadora: a ver quién puede más, si la administración-policia o los embotellados, cuando un botellón no debería ser más que una reunión de amigos en vía pública -preferiblemente aislada de vecinos- hartos de ser timados en los bares por precio y calidad (garrafón).

Pues nada, prepárense, unos y otros, para no dormir.

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1 Comments:

Blogger Josep said...

Eso es un padre, sí señor. Inculcándoles a sus hijos la máxima del winner-looser a golpe de trampa. ¡Bien por él!

8:14 AM  

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